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Como arreglar una persiana descolgada: hazlo bien en 5 pasos

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Como arreglar una persiana descolgada

Si te apetece un poco de bricolaje en casa y también ahorrar dinero, con estos consejos aprenderás como arreglar una persiana descolgada.

Las persianas son una parte integral de muchos hogares en España, ofreciendo no solo sombra sino también privacidad. Sin embargo, con el tiempo, pueden surgir problemas, como cuando la persiana se descolga.

En este artículo, aprenderás cómo arreglar una persiana descolgada con herramientas sencillas y un paso a paso detallado. Así podrás devolverle a tus estancias la comodidad y el aspecto estético perdido.

Herramientas y materiales necesarios

Entre las tareas más comunes del hogar, la reparación de persianas se ha vuelto recurrente, especialmente en viviendas antiguas. Para ello, se requieren herramientas específicas que garanticen un trabajo preciso y eficiente.

El destornillador, por ejemplo, no solo es útil para retirar la tapa del cajón de la persiana, sino que también puede ayudar en ajustar algunos mecanismos internos. Por otro lado, la cinta métrica es esencial para medir el largo correcto de las lamas o la cinta.

Las tijeras son cruciales para cortar la cinta si es necesario, mientras que las grapas o clips de persiana aseguran que todo quede en su lugar. Finalmente, una llave inglesa puede ser de gran utilidad si se necesita ajustar alguna parte metálica o roscada de la persiana.

Pasos a seguir para arreglar una persiana descolgada

1. Diagnóstico del problema

Antes de embarcarse en la tarea de descubrir cómo arreglar una persiana descolgada, es fundamental tener claro el origen del desajuste. Las persianas, según estadísticas, suelen tener problemas después de 5-7 años de uso constante.

Aunque las lamas rotas son una de las causas más evidentes, no hay que subestimar la importancia del eje desencajado o un mecanismo de enrollar defectuoso, que puede ser producto del desgaste natural o de un uso brusco.

2. Acceder al cajón de la persiana

El cajón de la persiana es ese espacio que alberga el mecanismo de enrollado y las lamas cuando están recogidas. Al retirar la tapa con delicadeza, usando principalmente un destornillador, es posible que descubras acumulaciones de polvo o pequeños objetos que han caído accidentalmente, complicando el funcionamiento.

Además, al inspeccionar el interior, podrás identificar lamas en mal estado o confirmar si el eje se ha desplazado de su posición original.

3. Corregir el eje y las lamas

Reajustar el eje puede parecer una tarea complicada, pero con la técnica adecuada y mucha paciencia, es completamente manejable. Algunos errores comunes aquí son aplicar demasiada fuerza o no asegurarse de que el eje esté completamente alineado.

Si descubres lamas rotas, es vital sustituirlas por unas del mismo tamaño y material para garantizar la uniformidad y estabilidad de la persiana.

4. Revisar el mecanismo de enrollar

El mecanismo de enrollar es, en esencia, el corazón de la persiana. Si el cordón o cinta se ha soltado o muestra signos de desgaste, es vital actuar. Un dato curioso es que, con el tiempo, la exposición al sol puede debilitar la cinta, reduciendo su vida útil.

Al reenrollar, asegúrate de que no queden dobleces y que todo gire sin resistencia. Si es necesario reemplazar la cinta, selecciona una de calidad, ya que de esto dependerá en gran parte la durabilidad de la reparación.

5. Finalizar el arreglo

Tras realizar los ajustes, recolocar la tapa del cajón es un paso que requiere precisión para evitar daños futuros. Una buena práctica es probar varias veces la subida y bajada de la persiana, para confirmar que todo fluye adecuadamente.

Consejos adicionales

Mantenimiento regular: Las persianas, como cualquier otro mecanismo en el hogar, se benefician enormemente de un cuidado periódico. El polvo, la grasa y otros elementos ambientales pueden acumularse y causar fricción o atascos. Un consejo es limpiar y revisar las persianas al menos una vez al año. Esto no solo mantendrá su aspecto, sino que también prolongará su vida útil.

Consultar con un profesional: No hay vergüenza en admitir cuando una tarea supera nuestras habilidades. Si bien muchas reparaciones caseras son posibles con las instrucciones y herramientas adecuadas, en ocasiones es más seguro y conveniente buscar la ayuda de un experto. Además, un profesional puede ofrecer garantía sobre el trabajo realizado, lo que ofrece una capa adicional de tranquilidad.

Conclusión

Arreglar una persiana descolgada puede parecer complicado al inicio, pero con las herramientas adecuadas y siguiendo los pasos detallados anteriormente, es un proceso bastante sencillo. Al aprender cómo arreglar una persiana descolgada no solo ahorras dinero, sino que también adquieres habilidades útiles para el mantenimiento de tu hogar.

Con un poco de esfuerzo y paciencia, tus persianas volverán a funcionar como nuevas en poco tiempo.

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