Conéctate con nosotros

Salud

He ido al fisio y estoy peor: cómo actuar y solucionar el problema

Artículo publicado

el

he ido al fisio y estoy peor

Si, alguna vez, te ha pasado que has pensado «he ido al fisio y estoy peor», en este artículo te explicaremos como afrontar esta cuestión, analizando todos los posibles escenarios.

Todos esperamos que una visita al fisioterapeuta nos brinde alivio y solución a nuestros problemas musculares o articulares. Pero, ¿qué ocurre cuando, después de la sesión, sentimos que todo ha empeorado? «He ido al fisio y estoy peor» es una expresión que algunos pueden haber experimentado.

En este post, analizaremos por qué podría suceder esto y ofreceremos consejos sobre cómo manejar esta situación.

Posibles causas de sentirse peor después de una sesión

Reacción normal post-tratamiento

En muchas ocasiones, sentir molestias después de una terapia es completamente normal. Los músculos y tejidos pueden inflamarse temporalmente debido a la manipulación, especialmente si ha habido un periodo prolongado de inactividad o lesión.

Esta reacción es comparable a la que podemos experimentar después de un entrenamiento intensivo en el gimnasio. Es más, según estudios, hasta un 70% de los pacientes pueden experimentar algún tipo de dolor post-fisioterapia, conocido como «dolor post-tratamiento».

Sin embargo, es una sensación que suele desaparecer en 24 a 48 horas, dejando paso a una mejora en el estado general del paciente.

Técnicas inadecuadas o excesivas

«He ido al fisio y estoy peor» también podría ser una señal de que se ha utilizado una técnica demasiado intensa para tu situación actual, o que no era la adecuada para tu problema específico. Cada individuo es único en cuanto a su umbral de dolor y capacidad de recuperación, por lo que lo que funciona para una persona podría no ser adecuado para otra.

En ocasiones, una presión excesiva o la elección de una técnica no óptima puede generar más daño que beneficio, agravando la situación original.

Diagnóstico incorrecto

A veces, un diagnóstico erróneo puede llevar a tratamientos que no abordan la raíz del problema, empeorando la situación.

El campo de la fisioterapia es vasto y complejo, y es vital que los fisioterapeutas tengan una comprensión profunda de las diferentes patologías y lesiones para ofrecer un tratamiento adecuado. Un error en este proceso puede dar lugar a sesiones ineficaces o incluso contraproducentes.

¿Cómo afrontar la situación?

Comunicación con el profesional

Si piensas «he ido al fisio y estoy peor», es fundamental comunicar tus sensaciones al fisioterapeuta. La comunicación es la clave en cualquier tratamiento médico. Él podrá ofrecerte explicaciones y ajustar futuras sesiones según tus necesidades.

Esta retroalimentación es invaluable para adaptar y personalizar el tratamiento a tu situación y garantizar que te beneficies al máximo de las sesiones.

Seguir las recomendaciones post-tratamiento

Es habitual que el fisioterapeuta brinde una serie de indicaciones después de la sesión, como ejercicios, estiramientos o aplicar frío/calor en la zona tratada.

Es crucial seguirlas para favorecer la recuperación. Estas recomendaciones no son aleatorias, están diseñadas para complementar la terapia recibida y acelerar el proceso de curación.

Considerar una segunda opinión

Si después de varias sesiones sigues pensando «he ido al fisio y estoy peor», podría ser útil buscar una segunda opinión para asegurarte de que estás recibiendo el tratamiento adecuado.

Las segundas opiniones son comunes en el mundo médico y pueden ofrecer una nueva perspectiva o enfoque para tratar el problema.

Prevención y cuidado propio

Elección de un buen profesional

Asegúrate de investigar y elegir un fisioterapeuta con buenas referencias y experiencia en tu problema específico.

La acreditación y las recomendaciones son esenciales en este proceso. Un buen profesional no solo te proporcionará el tratamiento adecuado, sino que también te educará sobre tu condición.

Autocuidado

El autocuidado es esencial. Mantente activo, realiza ejercicios de estiramiento y fortalecimiento regularmente y sigue una dieta equilibrada. La nutrición juega un papel clave en la recuperación, y una dieta antiinflamatoria puede ayudarte a reducir el dolor y acelerar la curación.

Por otro lado, mantener una rutina de ejercicios te ayudará a evitar futuros problemas y a mantener una buena salud musculoesquelética.

Conclusión

La sensación de «he ido al fisio y estoy peor» puede ser preocupante, pero es esencial abordarla con paciencia y comunicación. No todos los cuerpos reaccionan igual, y puede que necesites un tiempo para adaptarte o ajustar el tratamiento.

Con la información adecuada y un enfoque proactivo, podrás recuperarte adecuadamente y disfrutar de los beneficios de la fisioterapia.

Lo más leído