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Cuando almohada bebe: cómo introducirla gradualmente

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Cuando almohada bebe

En este artículo hablaremos sobre cuándo es el momento más indicado para que un bebé duerma con almohada, teniendo en cuenta las recomendaciones de los pediatras y las implicaciones para la salud de los niños.

Analizaremos las ventajas, desventajas y ofreceremos algunos consejos y recomendaciones útiles.

Qué dicen los pediatras sobre las almohadas para bebés

Los pediatras, con su conocimiento y experiencia médica, aconsejan a los padres que los bebés no utilicen almohadas durante los primeros meses de vida.

Este consejo es fundamental para prevenir riesgos innecesarios y proteger la salud del bebé, ya que el uso de almohadas podría conllevar un incremento en el riesgo de asfixia, una situación extremadamente peligrosa para los bebés dada su falta de habilidades motoras para corregir su posición en caso de dificultad para respirar.

Además, la utilización de almohadas puede incrementar las probabilidades de que el bebé sufra el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), una devastadora condición que causa la muerte inexplicada de un niño menor de un año de edad mientras duerme.

Aunque las causas exactas del SMSL son desconocidas, se sabe que ciertos factores de riesgo, como dormir con almohadas, edredones o cojines, pueden aumentar su probabilidad.

La Academia Americana de Pediatría, un referente en salud infantil, respalda esta postura, y aconseja a los padres que los bebés duerman boca arriba, sobre una superficie firme y libre de objetos que puedan dificultar la respiración o causar sobrecalentamiento.

Esto incluye almohadas, edredones, juguetes blandos y cojines.

Este posicionamiento y ambiente de sueño minimalista no solo contribuye a minimizar los riesgos de asfixia y SMSL, sino que también promueve un sueño más seguro y saludable para el bebé.

Implicaciones para la salud de los niños

Riesgos de usar almohada en bebés menores de 1 año

El uso de almohada en bebés menores de 1 año puede ocasionar problemas de salud, como:

Asfixia: El uso de almohadas puede aumentar el riesgo de asfixia si el bebé se voltea y su cara queda presionada contra la almohada, dificultando la respiración.

SMSL: El síndrome de muerte súbita del lactante es la causa principal de muerte en bebés de 1 mes a 1 año de edad. Dormir con almohada u objetos blandos puede incrementar este riesgo.

Desarrollo craneal: El uso de almohadas en bebés muy pequeños puede afectar el desarrollo natural del cráneo, provocando deformidades como la plagiocefalia.

Beneficios de usar almohada a partir de los 2 años

Una vez que el niño cumple 2 años, es menos probable que ocurran riesgos relacionados con la asfixia y el SMSL.

El uso de una almohada adecuada puede proporcionar los siguientes beneficios:

Comodidad: Una almohada suave y adecuada puede mejorar la calidad del sueño del niño al proporcionar un apoyo cómodo para la cabeza y el cuello.

Mejora la postura: Una almohada adecuada puede ayudar a mantener una postura correcta durante el sueño, lo que puede prevenir problemas musculares y de columna a largo plazo.

Adaptación a la cama: Introducir una almohada en la rutina de sueño del niño puede facilitar la transición de la cuna a la cama, ya que proporciona un ambiente más parecido al de los adultos.

Consejos y recomendaciones para introducir una almohada en la cama del bebé

Selecciona la almohada adecuada

Es importante elegir una almohada adecuada para tu hijo. Aquí hay algunas características a tener en cuenta:

Firmeza: La almohada debe ser lo suficientemente firme como para mantener la cabeza y el cuello del niño alineados con la columna, pero no tan dura que resulte incómoda.

Tamaño: La almohada debe ser de un tamaño apropiado para la cama del niño y su cabeza, sin ser demasiado grande ni demasiado pequeña.

Material: Opta por materiales hipoalergénicos y transpirables, como el algodón o la espuma viscoelástica. Evita materiales que puedan retener calor o provocar alergias.

Introduce la almohada gradualmente

Para que el niño se adapte a dormir con almohada, es recomendable introducirla de manera gradual.

Puedes comenzar colocándola durante las siestas diurnas y, una vez que el niño se muestre cómodo, incorporarla también durante la noche.

Supervisa al niño

Asegúrate de supervisar a tu hijo durante las primeras noches en las que utilice la almohada.

Esto te permitirá comprobar que el niño duerme en una posición adecuada y que no presenta problemas para respirar.

Conclusión

Introducir una almohada en la cama del bebé es un paso importante en su crecimiento y desarrollo.

Sin embargo, es fundamental esperar hasta que el niño tenga al menos 2 años de edad para reducir los riesgos asociados con el sueño.

Sigue las recomendaciones de los pediatras y ten en cuenta las implicaciones para la salud de tu hijo antes de tomar esta decisión.

Con los consejos y recomendaciones proporcionados en este artículo, podrás garantizar que tu hijo disfrute de un sueño seguro y confortable.

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