Sigue estos pasos y sabrás como reparar una lavadora sin pedir ayuda

Si vas corto de pasta y tu electrodoméstico te ha dejado plantado, en este artículo te explicaremos como reparar una lavadora sin pedir ayuda a nadie.

La lavadora es uno de los electrodomésticos más usados en cualquier hogar. Debido a su frecuente uso, no es raro que con el tiempo empiece a presentar fallos. Afortunadamente, muchos de estos problemas son sencillos de solucionar.

Aprender cómo reparar una lavadora no solo nos permitirá ahorrar dinero en técnicos, sino también comprender mejor el funcionamiento de nuestro electrodoméstico. En este artículo, exploraremos los problemas más comunes y sus soluciones.

Problemas comunes y sus soluciones

La lavadora no enciende

El encendido de la lavadora es el primer paso para iniciar cualquier ciclo de lavado, por lo que si el equipo no arranca, todo el proceso se detiene. Hay varias razones por las cuales esto podría suceder y aquí te presentamos las más comunes.

Fusible quemado

Al tratarse de un aparato eléctrico, la lavadora depende de un sistema de fusibles que protege su maquinaria interna de posibles sobrecargas. Un fusible quemado es uno de los problemas más habituales que impiden que la lavadora encienda.

Es vital revisar no solo el cable de alimentación, para asegurarte de que no presente daños visibles, sino también verificar los fusibles en el cuadro eléctrico de tu hogar. A menudo, reemplazar un fusible quemado es la solución para que tu lavadora vuelva a funcionar como antes.

Puerta mal cerrada

Las lavadoras modernas cuentan con mecanismos de seguridad que evitan que el aparato funcione si la puerta no está completamente cerrada. Esta característica, diseñada para proteger al usuario y evitar posibles inundaciones, puede ser la culpable si tu máquina no arranca.

Asegúrate de presionar firmemente la puerta hasta escuchar el sonido de «clic», indicando que ha quedado bien cerrada y bloqueada.

La lavadora no centrifuga

El centrifugado es esencial para eliminar el exceso de agua de la ropa antes de pasar al proceso de secado. Si tu lavadora no centrifuga, podrías terminar con ropa empapada.

Carga desequilibrada

Una de las razones más comunes para que la lavadora no centrifugue es una carga desequilibrada. Si cargas la máquina con una manta pesada y varias prendas ligeras, por ejemplo, la manta podría absorber más agua, lo que causaría un desequilibrio durante el centrifugado.

Es esencial distribuir la ropa de manera uniforme dentro del tambor. Si detectas este problema, abre la lavadora, reorganiza las prendas y prueba de nuevo.

Obstrucción en el desagüe

El tubo de desagüe es fundamental para eliminar el agua usada durante el ciclo de lavado. Una obstrucción en este tubo puede evitar que el agua salga y, por lo tanto, que la lavadora centrifugue adecuadamente.

Las acumulaciones de pelusa, pequeños objetos o incluso restos de jabón son causas comunes. Inspecciona regularmente el tubo de desagüe para garantizar su correcto funcionamiento.

La lavadora tiene fugas

Nada es más preocupante que encontrar un charco de agua alrededor de tu lavadora. Aquí te explicamos qué hacer en ese caso.

Mangueras defectuosas

Las mangueras son las principales responsables de transportar el agua hacia y desde la lavadora. Con el tiempo, pueden desgastarse, agrietarse o soltarse. Inspecciona regularmente las mangueras de entrada y salida para detectar cualquier signo de desgaste. Es aconsejable reemplazar las mangueras cada 5 años o antes si notas algún daño.

Sello de la puerta

El sello de la puerta garantiza que el agua se quede dentro de la lavadora durante el ciclo de lavado. Si este sello está roto o deteriorado, es probable que el agua se escape. Examina cuidadosamente este sello y, si notas alguna grieta o deterioro, considera reemplazarlo pronto.

Ruidos extraños

Si tu lavadora emite ruidos inusuales, es señal de que algo no va bien.

Objetos extraños

Es común olvidar pequeños objetos en los bolsillos de la ropa, y estos pueden terminar en el tambor de la lavadora, causando ruidos al girar. Revisa siempre los bolsillos antes de cargar la lavadora y, si escuchas un ruido extraño, detén la máquina y busca en su interior.

Cojinetes desgastados

Los cojinetes permiten que el tambor de la lavadora gire suavemente. Si comienzan a desgastarse, podrías escuchar un ruido chirriante o un golpeo. Esta reparación puede ser más compleja que las anteriores, y si bien hay tutoriales en línea sobre cómo reparar una lavadora con este problema, en ocasiones podría ser necesario consultar a un profesional para garantizar un trabajo bien hecho.

Conclusión

Saber cómo reparar una lavadora puede ahorrarnos tiempo y dinero. Sin embargo, es esencial recordar siempre desconectar el aparato de la corriente eléctrica antes de cualquier intervención.

Si tras intentar las soluciones propuestas el problema persiste, considera consultar a un profesional o investigar más a fondo. Con los cuidados y el mantenimiento adecuado, la vida útil de tu lavadora puede extenderse significativamente. ¡Buena suerte con tu reparación!