Como fumar un puro y disfrutar de ese antiguo placer

El arte de fumar un puro es una experiencia única que combina tradición, cultura y buen gusto.

Si quieres aprender cómo fumar un puro correctamente, este artículo te guiará a través de los pasos esenciales, ofreciendo consejos, recomendaciones y errores a evitar.

También te proporcionaremos información sobre qué es un puro, de qué está hecho, su historia y origen, los diferentes tipos, cualidades y dimensiones, así como algunos consejos sobre cómo y dónde comprar puros y cómo conservarlos y guardarlos para mantener su sabor y calidad intactos.

¿Qué es un puro y cuál es su origen?

Un puro es un producto de tabaco enrollado en forma de cilindro y hecho de hojas de tabaco fermentadas.

El puro se originó en América Central y el Caribe, donde los pueblos indígenas ya fumaban tabaco en hojas enrolladas antes de la llegada de los europeos.

La práctica de fumar puros se extendió a Europa durante el siglo XVI, después del descubrimiento de América, y desde entonces ha sido considerada una actividad de lujo y sofisticación.

Tipos, cualidades y dimensiones de puros

Existen diferentes tipos de puros, que varían en función de su forma, tamaño, contenido y procedencia. Algunos de los tipos más conocidos son:

Churchill: un puro de gran tamaño y grosor, con una longitud de aproximadamente 17,8 cm y un diámetro de 1,9 cm.

Robusto: un puro de tamaño medio, con una longitud de aproximadamente 12,7 cm y un diámetro de 2 cm.

Corona: un puro de tamaño más pequeño, con una longitud de aproximadamente 14 cm y un diámetro de 1,7 cm.

Figurado: un puro de forma irregular, como un torpedo o pirámide.

La cualidad de un puro depende de diversos factores, como el tipo de hojas de tabaco utilizadas, el proceso de fermentación y la habilidad del torcedor (la persona que enrolla el puro).

Los puros de mejor calidad suelen ser más caros, pero también ofrecen una experiencia de fumada más satisfactoria y compleja.

Cómo fumar un puro: guía paso a paso

1. Escoge el puro adecuado

Selecciona un puro que se adapte a tus preferencias personales y al tiempo del que dispones.

Los puros más grandes y gruesos ofrecen una fumada más prolongada, mientras que los más pequeños y delgados son ideales para una experiencia más corta y rápida.

Asegúrate de que el puro esté bien conservado, sin manchas ni grietas, y que tenga un buen aroma.

2. Corta el puro

Utiliza un cortapuros de calidad para cortar la capa del extremo cerrado del puro. Asegúrate de hacer un corte limpio y no demasiado profundo para evitar que el puro se deshaga.

El objetivo es crear una abertura suficiente para que el humo fluya correctamente.

3. Enciende el puro

Encender un puro correctamente es esencial para disfrutar de una buena fumada.

Utiliza una cerilla de madera o un mechero de butano para encender el puro, evitando el uso de encendedores de gasolina, que pueden afectar el sabor del tabaco.

Calienta el extremo abierto del puro a una distancia segura de la llama, girándolo lentamente para que se encienda de manera uniforme.

4. Fuma el puro

Una vez encendido, lleva el puro a tus labios y aspira el humo con suavidad, sin inhalarlo directamente a los pulmones.

Disfruta del sabor y aroma del tabaco en tu boca y exhala el humo lentamente.

Tómate tu tiempo para saborear el puro, haciendo pausas entre cada calada para evitar que se caliente demasiado.

5. Apaga y desecha el puro

Cuando hayas terminado de fumar, deja que el puro se apague por sí solo o aplástalo suavemente en un cenicero.

Evita aplastar el puro con fuerza, ya que esto puede liberar olores desagradables. Desecha el puro de forma adecuada y limpia el cenicero para mantener un ambiente agradable.

Consejos para comprar y conservar puros

Compra puros en tiendas especializadas o estancos de confianza que ofrezcan una buena selección de marcas y calidades.

Asegúrate de que los puros estén correctamente almacenados en un humidor, un dispositivo que mantiene la humedad adecuada para conservar el tabaco en perfectas condiciones.

Para conservar tus puros en casa, invierte en un humidor de calidad y mantenlo a una temperatura de 18-21°C y una humedad relativa del 65-70%.

Esto garantizará que tus puros se mantengan frescos y en perfecto estado para fumar.

Por fin sabes como fumar un puro

Fumar un puro es una experiencia única que combina tradición, cultura y buen gusto.

Al seguir estos consejos y recomendaciones, podrás disfrutar plenamente de esta actividad y apreciar los matices de sabor y aroma que ofrecen los puros de calidad.

¡Salud y buenos humos!