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Salud

Métodos y remedios para aliviar el dolor de estómago por intolerancia a la lactosa

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mujer con dolor de estómago se toca la barriga

Explora la gestión de la intolerancia a la lactosa con dietas, alternativas sin lactosa y enzimas. Encuentra alivio con probióticos y técnicas de relajación.

La intolerancia a la lactosa es una condición común que afecta a un porcentaje significativo de la población (entre el 20 y 40%). Se caracteriza por la incapacidad de digerir adecuadamente la lactosa, un tipo de azúcar presente en la leche y otros productos lácteos.

Esta condición puede causar una variedad de síntomas digestivos, siendo el dolor de estómago uno de los más frecuentes y molestos. En este artículo, abordaremos estrategias efectivas para aliviar este síntoma y mejorar la calidad de vida de quienes conviven con esta intolerancia.

Intolerancia a la lactosa: ¿de que se trata?

Qué es la lactosa y por qué causa problemas

La lactosa, un disacárido compuesto por una molécula de glucosa y una de galactosa, es el principal azúcar presente en la leche y sus derivados. Este azúcar requiere de la enzima lactasa para su correcta digestión, la cual es producida en las vellosidades del intestino delgado.

Cuando el organismo no produce suficiente lactasa, la lactosa no se descompone adecuadamente y llega al colon intacta, donde la flora intestinal la fermenta. Este proceso de fermentación es el responsable de una serie de síntomas incómodos y a menudo dolorosos como la producción excesiva de gas, distensión abdominal y diarrea, además de otros síntomas sistémicos en algunos casos.

Esta deficiencia de lactasa puede ser de nacimiento (congénita), pero en la mayoría de las veces se desarrolla con la edad, ya que la producción de lactasa disminuye después de la infancia en muchos individuos, particularmente en aquellos de ascendencia no europea.

Tipos de intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa puede clasificarse en varios tipos, siendo la primaria la más común. Esta es una condición que se desarrolla naturalmente con el tiempo a medida que la producción de lactasa disminuye después de la lactancia; tiene una fuerte base genética y es muy común en algunas poblaciones.

Por otro lado, la secundaria resulta de alguna enfermedad o lesión que daña el intestino delgado, como la enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal o infecciones gastrointestinales, lo que lleva a una disminución temporal o permanente en la producción de lactasa.

Una tercera forma, mucho menos común, es la intolerancia congénita a la lactosa, donde el bebé nace con una muy baja producción de lactasa debido a una mutación genética. Conocer el tipo de intolerancia que una persona padece es crucial, pues el tratamiento y manejo de la condición pueden variar significativamente.

Estrategias para manejar el dolor estomacal

Cambios en la dieta Identificación y eliminación de lácteos

El manejo más directo de la intolerancia a la lactosa implica la eliminación o reducción de la ingestión de lácteos. Sin embargo, no todos los productos lácteos contienen la misma cantidad de lactosa; por ejemplo, algunos quesos maduros tienen muy poca lactosa y pueden ser tolerados en pequeñas cantidades.

Leer las etiquetas de los alimentos es esencial, ya que la lactosa se utiliza en una variedad de productos procesados como edulcorante o como relleno, incluyendo medicamentos, alimentos horneados, y más.

Alternativas sin lactosa

Las alternativas sin lactosa incluyen no solo leches vegetales como la de soja, almendra, arroz y coco, sino también productos diseñados específicamente para imitar la leche y los productos lácteos sin contener lactosa. Estos productos a menudo están enriquecidos con calcio y vitamina D para asegurar que no haya deficiencias nutricionales. Además, algunos productos lácteos son tratados con lactasa para reducir su contenido de lactosa y hacerlos más digeribles.

Uso de enzimas de lactasa

Los suplementos de lactasa son otra opción para aquellos que no quieren o no pueden evitar completamente los lácteos. Estos suplementos están disponibles en diferentes formas, como pastillas o gotas líquidas que se pueden tomar antes de consumir alimentos lácteos, ayudando a la digestión de la lactosa.

Remedios naturales y estilo de vida

Probióticos y prebióticos

El equilibrio de la microbiota intestinal es fundamental en la digestión y puede ser influenciado positivamente con el uso de probióticos y prebióticos. Los probióticos como el Lactobacillus reuteri y el Bifidobacterium lactis se han estudiado por su capacidad para mejorar los síntomas de la intolerancia a la lactosa, mientras que los prebióticos como la inulina pueden ayudar a mejorar la flora intestinal y la salud general del colon.

Técnicas de relajación

El manejo del estrés juega un papel importante en la salud gastrointestinal. Técnicas de relajación y manejo del estrés, incluyendo la meditación, el yoga y la respiración profunda, pueden tener un efecto positivo en el manejo del dolor y los síntomas asociados con la intolerancia a la lactosa, posiblemente al reducir la percepción del dolor y mejorar la función gastrointestinal.

Intervenciones médicas

Medicamentos

Para aquellos con síntomas severos, los médicos pueden prescribir medicamentos que ayuden a controlar los síntomas. Los antiespasmódicos pueden ayudar a aliviar los cólicos intestinales, mientras que los antiácidos pueden ayudar a neutralizar la acidez estomacal que algunas veces acompaña a la intolerancia a la lactosa.

Supervisión médica

La supervisión de un profesional de la salud es fundamental, ya que los síntomas de la intolerancia a la lactosa a menudo se asemejan a los de otras condiciones gastrointestinales. Un diagnóstico preciso es crucial para el tratamiento adecuado. Los médicos pueden realizar pruebas, como el test de hidrógeno en el aliento o una prueba de tolerancia a la lactosa, para confirmar la intolerancia y luego asesorar sobre el manejo dietético y posibles suplementos.

Gana tu lucha contra el dolor

La intolerancia a la lactosa puede ser una condición desafiante, pero con los ajustes adecuados en la dieta, el uso de suplementos y técnicas de manejo del estrés, es posible aliviar el dolor de estómago y otros síntomas asociados.

La clave está en la personalización del enfoque y en la búsqueda de equilibrio, sin dejar de lado el disfrute de una dieta rica y variada. Recordemos que cada persona es única y lo que funciona para uno puede no ser efectivo para otro.

Por tanto, es esencial la experimentación guiada y la supervisión médica para encontrar la estrategia que mejor se adapte a cada individuo. Con paciencia y atención, la intolerancia a la lactosa puede ser manejada eficazmente, permitiendo llevar una vida plena y sin molestias.

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